Annabel Casquet 4tB
Había una vez un hombre, que siempre iba al mismo supermercado. ¿Sabéis por qué iba siempre? Porque estaba enamorado de una mujer que se llamaba Lucía. Hasta que un día le pidió que se casara con él, y ella le respondió muy alegre que sí. Ya había llegado el día de casarse, él le dijo al cura que sí. Pero ella le dijo que no, porque por culpa de unas brujas, tenía que hacer lo que les decían. Claro, estaba embrujada! Las brujas se divertían todo el día, hasta que un día por la noche de rayos y truenos, les cayeron unos relámpagos muy gordos a todas las brujas. Ella le dijo al hombre que lo intentaran otra vez. Y fueron felices para siempre.
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